TEXTOS SOBRE MI OBRA

EL LENGUAJE DEL DESEO


“Aquel remoto día en que Colón llegó a estas tierras, no imaginó nunca el mosaico de colores en que se convertirían. No pensó tampoco que al tiempo en que maduraban los frutos de sus árboles y parían los chigüiros, los nativos y su tropa alucinada gestaban amores furtivos que cambiarían para siempre los aromas de sus pieles, el vaivén de sus cabellos y el color de sus ojos y vestidos. Para bien o para mal la historia comenzaba de nuevo, esta vez preñada de voces y relámpagos de guacamayas. Desde ese día y para siempre, la magia del añil y la cochinilla cruzarían mares y montañas estampando su semilla en los ropajes de reyes y obispos y el rojo de nuestros tomates colmaría sus bocas de jugos ancestrales. Ya no serían los mismos; esos  colores y sabores  los convertirían desde ese momento en eternos cautivos de nuestros secretos. Nacía el mestizaje americano. La historia también cuenta que un tiempo después, aquellos negros traídos del África, corrían atemorizados al sentir la presencia del Dios blanco; pero eso tampoco impidió que el lenguaje del deseo hiciera lo propio para que parieran su descendencia festiva y mulata. Nada lo ha impedido. Ni las leyes de la Santa Madre Iglesia. Seguiremos mestizos, contrariando lo que muchos piensan: detrás de los portones y detrás de los patrones siempre habrá alguien dispuesto a violar las normas y gritar de amor.
Muriel Angulo
2002
Texto para la pintura mural realizada en el Museo de los Niños en Bogotá, Colombia. 

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